Las viejas brujas decían que era propensa a que le echasen un mal de ojo. Envidia.
Admiro a las personas fuertes. Fuertes, de mentalidad.
Aquella, hija nacida de las mareas, que a pesar de las contradicciones, palos, jarros de agua fría que desde pequeña ha tenido que afrontar. Que se ha tenido que aguantar cual impulso de mandarlo todo a la mierda, de decir lo que piensa. A esa que desde más mayor la vida no ha parado de torcérsele, el destino jugando siempre, poniendo constantemente malos ratos, irritaciones, miedo, depresiones y más tarde soledad en sus días. Esa que, a pesar de su cansancio eterno, no deja de luchar para que las personas que les rodea no pasen lo que ella, con tanta fuerza ha pasado y sigue pasando.
Y hoy me dí cuenta, no está bien.
Y el mundo se me echa encima.
1 comentario:
Hello, I love you, won't you tell me your name? Hello, I love you, let me jump in your game.
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